¿Qué es el índice UV?
El índice UV es una medida internacional que indica la fuerza diaria de los rayos UV.
Es una herramienta que te permite medir tu grado de riesgo. Por ejemplo, cuando es mejor usar un sombrero y aplicar protector solar, o cuando es mejor evitar completamente estar al aire libre.
El índice está en una escala de 0 a 11, donde 0 es el nivel de riesgo más bajo y 11 el más alto.
Aquí tienes una guía rápida para el índice UV
0-2.9: Nivel de riesgo bajo
Este es un riesgo bajo para la mayoría de las personas. Debe usar gafas de sol si el sol se refleja en la nieve y usar un protector solar con factor de protección solar (FPS) bajo para protegerse durante todo el año, especialmente si tiene la piel clara.
3-5.9: Nivel de riesgo moderado
Busca la sombra durante las horas del mediodía y usa ropa que cubra todo el cuerpo.
6-7.9: Nivel de alto riesgo
Este índice indica que los rayos solares son peligrosos. Se necesita ropa protectora y crema con FPS 30+. Debe protegerse los ojos con gafas de sol y buscar sombra.
8-10.9: Nivel de riesgo muy alto
Este nivel suele ocurrir en los días calurosos de verano. Se recomienda aplicar protector solar, permanecer en el interior durante las horas del mediodía y mantenerse hidratada con abundante agua.
11+: Nivel de riesgo extremo
Debes tomar todas las precauciones necesarias, ya que este nivel de radiación indica peligros para la salud más allá de las quemaduras solares. Se deben usar sombreros, ropa protectora y FPS en todo momento. También debes volver a aplicarte el protector solar cada dos horas. Si es posible, evita el sol durante el mediodía, de 10 a.m. a 3 p.m. aproximadamente.
5 Consejos para protegerse contra la exposición a los rayos UV
1. Protégete de los rayos UV
Recuerda que los rayos UV del sol pueden reflejarse en el agua, la arena, el hormigón y la nieve, e incluso pueden llegar por debajo de la superficie del agua. Ciertos tipos de luz UV penetran en la niebla y las nubes, por lo que es posible quemarse con el sol incluso en días nublados o durante el invierno.
2. Permanece en la sombra
Una forma crítica de limitar la exposición a los rayos UV es evitar estar bajo la luz directa del sol durante largos períodos de tiempo. Ten cuidado cuando camines al aire libre y trata de buscar la sombra siempre que sea posible.
3. Aplica protector solar
La Asociación Británica de Dermatólogos recomienda la utilización de un protector solar con un FPS de 30 o más como una forma eficaz de protección solar, además de la sombra y la ropa protectora.
Para actividades prolongadas al aire libre, utiliza un protector solar resistente al agua y de amplio espectro y recuerda volver a aplicarlo cada dos horas, o después de nadar o sudar.
Los protectores solares no pueden afirmar que son resistentes al agua pero pueden ser etiquetados como resistentes al agua durante 40 u 80 minutos. Sin embargo, podemos quemarnos cuando estamos en el agua, así que es esencial volver a aplicarlo.
4. Cúbrete
La ropa puede proporcionar una excelente barrera contra los rayos UV del sol. ¡Especialmente porque la ropa no se desgasta como el protector solar!
Muchos tejidos nuevos ofrecen protección de alta tecnología y también son transpirables. Cuanto más piel se cubra (cuello alto, mangas largas, pantalones), mejor. Un sombrero de ala ancha alrededor de la cabeza (siete cm o más) es mejor porque ayuda a dar sombra a los ojos, las orejas, la cara y el cuello. Además, usa gafas de sol con bloqueo UV para proteger los ojos y la piel circundante.
Recuerda que cualquier ropa deja algo de piel expuesta, por lo que también es necesario usar protector solar. No olvides aplicarlo en las manos, especialmente después de lavarlas.
5. Evita las camas de bronceado a toda costa
Las lámparas de bronceado emiten rayos UVA y UVB, los cuales pueden causar daños a largo plazo en la piel y contribuir al cáncer de piel.
La mayoría de los médicos de la piel y las organizaciones de salud recomiendan no usar las camas de bronceado y las lámparas de sol.